Arco de la Concepción (Foto Toño García) |
Es posible que en Mansilla se celebrara la conocida y tradicional hoguera de San Juan, que como en tantos otros sitios llegaba enraizada a la danza del fuego y su ceremonial de cantos, saltos y carreras por entre las llamas y los rescoldos del fuego. A este rito singular solía seguir la enramada o colocación de ramos en las ventanas y balcones de las casas donde había chicas jóvenes en edad de merecer.
Traigo esto a cuento, porque la hoguera que yo llegué a conocer se celebraba siempre la noche del 7 de Diciembre en el Barrio de la Concepción, a los pies del altar que coronaba una pequeña Inmaculada en el propio Arco de la Muralla, entre las calles Cuatropea y Tenada. Allí se hacia una gran hoguera, que era signo de vitalidad y renovación, promocionada por la juventud del Barrio y a la que asistía todo el pueblo siguiendo una tradición secular que cantaba, saltaba, y en las brasas asaba patatas, castañas y hasta algún chorizo, que luego se comía en fraternal camaradería, acompañado de la típica bota del vino de la tierra.
F. Llorente
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