Pesimista…
pero es lo que hay…
No
sé tú,
pero yo, hay días
que me dan ganas
de salir corriendo;
de apearme de este tiovivo,
torbellino de deseos,
vorágine de desamor,
remolino de espuma y cieno.
Me dan ganas…
Pero no sé cómo hacerlo:
La inercia revoluciona
cuerpo y alma en espiral
en un tornado frenético.
Y es que… el amor excita
y los deseos tientan, son tan buenos…
Y la espuma eleva
en sus burbujas narcóticas
hasta el mundo de los sueños,
donde las conciencias ya no son.
Y el cieno,…
El cieno ya te tiene revolcado
en este chocolate espeso
donde todos nos comemos
“el marrón” de estar
viviendo.
No sé tú,
pero yo quiero bajarme
de este carrusel sin freno,
y si esto se para de pronto,
el golpe ha de ser tremendo.
No sé tú,
pero yo…
yo no sé cómo hacerlo;
sólo sé
que tengo días
que ganas me dan
de salir de aquí corriendo.
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