Feo
día, lluvioso, oscuro. Negro.
Feo
mundo, oscura época. Negra. ¿Cuándo es el Día de los vivos?
Amigos,
vecinos, familia, empleados del banco, del juzgado, alcaldes, políticos,
legisladores… todos incapaces de evitar que cuelgue del techo un pobre hombre
al que van a desahuciar (una historia que ya no es ni noticia; apenas un día en
la prensa). Insensibilidad. Apuesto que estos días llevamos un ramo de flores a
alguien que ya no puede verlas, pero nunca ofrecimos a ese alguien una rosa
cuando estaba aquí; quizá ni un pequeño rato de charla sosegada, ni una visita de
consuelo mientras estaba enfermo; menos todavía un abrazo o un te quiero
abuelo, papá, amigo mío. Hipocresía. Hacemos esas cosas absurdas. Todos. Sin
conciencia, sin remordimiento.
Y,
sin embargo, hay que hacer algo por los vivos, no por los muertos. “En esta
vida es fácil morir. Construir la vida es mucho más difícil.” (Maiakovski)
Javier
Cuesta
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