Era una persona muy
activa y amante de la naturaleza. En aquel día primaveral que invitaba a
pasear, no se lo pensó dos veces y sin apenas darse cuenta, se vio dentro de un
precioso valle plagado de verdes árboles y olorosas flores.
Se hallaba
disfrutando de esta sugerente contemplación cuando algo llamó poderosamente su
atención; aquel árbol era diferente, se distinguía de todos los demás por su
apariencia misteriosa y mágica.
Se acercó
sigilosamente y al árbol pareció complacerle su llegada.
¿Sabes quien soy?, le
susurró el árbol, me llamo BITÁCORA- DIGITAL, o… BLOG, como mejor te parezca, y
por la expresión de tu mirada, adivino que quieres conocerme mejor. Acércate,
¿ves esa rama tratando de elevarse por
encima de todas las demás? Se llama CENTRO DE PARTICIPACIÓN o BIBLIOTECA, en
ella está nuestro PUNTO DE ENCUENTRO y SOPORTE donde valoramos, en equipo, el contenido de todas las publicaciones que
nos van llegando.
A su lado, la rama
cubierta con esa enormidad de hojas repleta de contenidos interesantes, se encarga de recoger el fruto de esas
inquietudes culturales que nos cuentan nuestros colaboradores.
A tu derecha, esas
ramas inquietas que parecen querer desprenderse por su constante dinamismo, son
las que seleccionan los envíos, porque, ¿sabes?, en nuestro tronco, todo el
mundo tiene cabida, tú, ese, aquel. A través de estas actividades se potencia
enormemente el encuentro entre futuras amistades.
¡Oye! nos dice una rama
asomándose en una esquina, que nosotras también hacemos nuestro trabajo, nos
ocupamos de que nadie busque tres pies al gato evitando chismorreos y
politiqueo.
Y el árbol siguió hablando.
Cuando te encuentres con deseos de disfrutar de la convivencia de personas como
tú, ven, reúnete con nosotros y haremos juntos el recorrido para sentirnos más
unidos y mejor. Te espero siempre, no
dejes de visitarme.
Y la persona se fue creyendo haber vivido un formidable sueño.
A la mañana
siguiente, comprobó que no había soñado. Se cruzó con gente
que había realizado su mismo sueño y se prometió participar de esta
estupenda oportunidad que se le brindaba.
¡Adiós, amigo árbol,
amigo BLOG, gracias por estar ahí, no te olvidaré y siempre recordaré tus
sabios consejos!
Con todo el cariño
de Pilar Robles