El
martes anterior a la Navidad
se celebraba antaño en Mansilla el mercado más típico y tradicional, conocido
por el pueblo como el martes castañero. En esta fecha se mercaban en la plaza
del Grano gran cantidad de castañas, que se preparaban con esmero de distintas
maneras. Pero también se aprovechaba la jornada para suministrarse de todo lo
necesario para la fiestas navideñas: pavos, conejos, peras, manzanas, naranjas,
nueces y avellanas…
Con
el refuerzo de estas provisiones y la reciente matanza del cerdo, del que se
dice que se comen hasta los andares, el frío y las heladas se combatían mejor,
las navidades se volvían más dulces y los villancicos se entonaban con voz más
potente.
Estas
breves líneas no pretenden otra cosa más que evocar la fama del martes más
especial y conocido de todos los mercados mansilleses; y aunque ahora no vista
aquellas galas de castañero y haya quedado en un mercado semanal más,
intentamos que al menos no pase desapercibido.
FLL.
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