Como
Melvin Udall (Jack Nicholson), el protagonista de la película Mejor
imposible, soy maniático y obsesivo, y quizá igualmente insoportable. Una
de mis manías es no jugar jamás, jamás, a ningún juego de azar y menos que
ninguno a la lotería de Navidad. No solo no compro participación alguna, sino
que rompo cuidadosamente las que me regalan. Temo que, si alguna vez se me
ocurre comprar lotería, me toque un premio que me cambie la vida y maldita la
gana que tengo yo de cambiar de vida. Ya sé que las probabilidades son escasas,
pero prefiero no tentar la suerte. Por si acaso.
José
Luis Gª Martín (en Café Arcadia)
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