En noche lóbrega, galán de incógnito,
céntricas calles atravesó,
y, bajo típica ventana gótica, templó su cítara y así cantó:
"Niña purísima, de faz angélica, que en níveas sábanas durmiendo estás,abre y escúchame suspiros lánguidos,
mi canto esdrújulo voy a entonar."
Pero la sílfide que oyó este cántico,
bajo las sábanas se arrebujó y dijo:
"¡Cáspita con el murciélago!, es un romántico, no le abro yo. "Mas el gaznápiro cogió una pértiga,
de un salto olímpico se encaramó
y, con la cáscara de algún malévolo, contra el semáforo se la pegó.
“Niña esclerótica y algo diabética que entre los sátiros incluida estás,
abre ya el pórtico, porque estoy gélido y con la pértiga no salto más.Maldita cáscara, que venga un médico, me duele el píloro y el esternón,
tengo las vértebras en el estómago, ventana gótica no escalo yo.”
Ana Nieto
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