Santoral y meteorología
siempre han estado muy unidos en el refranero: por San Antón no hay niebla que
llegue a las dos, lluvia por San Lorenzo siempre llega a tiempo, por San Andrés
hielo en los pies, Santa Bárbara y los truenos, Todos los Santos y la nieve,
San Blas y la nieve también, San Miguel, Santa Catalina, San Lorenzo, San
Isidro, etcétera.
Lo mismo ocurre con las
Candelas, el 2 de febrero, antiguamente fecha señalada y ferial: “Cuando la
Candelaria plora, el invierno está fora; si la Candelaria no quiere llorar, el
invierno está por pasar” (aunque -es verdad- otro dicho contradictorio dice “…
que plore que cante, invierno por detrás y por delante”)
Sea como fuere, el caso es
que este año la Candelaria no sólo quiso llover sino nevar, así pues (si se
cumpliese el refrán) quedaría poco invierno ya. Aunque mejor no bajar la
guardia, por si falla la sabiduría popular.
Jesús Zapatero
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