De Paz Abad
Preámbulo y Alumbramiento
Preámbulo y Alumbramiento
Aquí nace este blog colectivo y abierto. Unos cuantos “atrevidos”, apasionados de la cultura en sentido amplio, lo ponen en marcha simplemente porque sí, porque todo camino empieza con un primer paso y porque alguien debe echar a andar un proyecto, sin más. Pero no se trata de inaugurar algo -que para cortar una cinta sobrarían gerifaltes voluntarios- sino más bien darle un primer empujón y que tenga continuidad. Los colaboradores iniciales quieren sólo promover e impulsar, no capitalizar este espacio. Lo ideal sería que el blog se nutriese con la aportación de muchos entusiastas que tienen algo que mostrar y se deciden a hacerlo, asumiendo y respetando la fórmula, la filosofía y los principios recogidos en el decálogo del blog. Ellos son los invitados a participar, ellos son los elegidos.
Para participar, puedes enviar tu colaboración al correo :
mansillacultura2012@gmail.com
Aquí nace este blog colectivo y abierto. Unos cuantos “atrevidos”, apasionados de la cultura en sentido amplio, lo ponen en marcha simplemente porque sí, porque todo camino empieza con un primer paso y porque alguien debe echar a andar un proyecto, sin más. Pero no se trata de inaugurar algo -que para cortar una cinta sobrarían gerifaltes voluntarios- sino más bien darle un primer empujón y que tenga continuidad. Los colaboradores iniciales quieren sólo promover e impulsar, no capitalizar este espacio. Lo ideal sería que el blog se nutriese con la aportación de muchos entusiastas que tienen algo que mostrar y se deciden a hacerlo, asumiendo y respetando la fórmula, la filosofía y los principios recogidos en el decálogo del blog. Ellos son los invitados a participar, ellos son los elegidos.
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jueves, 28 de marzo de 2013
De mantillas y peinetas
Durante estos días de Semana Santa vemos procesionar por nuestras calles a mujeres vestidas elegantemente de negro, con mantilla y peineta. Tradicionalmente reciben el nombre de “manolas”, y representan a las mujeres de luto que lloran la muerte y celebran la resurrección de Cristo. Dependiendo de la fecha, lo hacen con mantilla negra (Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo) o con mantilla blanca (Domingo de Resurrección).
Desde finales del siglo XVIII, y por un famoso sainete de Ramón de la Cruz , se utiliza el término “manolo”, hipocorístico de Manuel, como sinónimo de guapo, valiente o chulo, para identificar a las clases populares madrileñas.
Los castizos madrileños llamaban “manolos” y “manolas”, de forma despectiva, a los habitantes de Lavapiés, en otro tiempo barrio judío de Madrid, porque la mayoría de judeoconversos adoptaba como nombre cristiano el de Manuel.
De esta manera si unimos este nombre popular, no tan despreciativo como pueda parecer hoy en día, a la costumbre de vestir mantilla en actos religiosos, llegamos a nuestras actuales “manolas”.
Ana Nieto
martes, 26 de marzo de 2013
Eloy, amigo
El pasado 22 de marzo se inauguró en el Centro Leonés de
Arte del ILC la Exposición
homenaje a Eloy. Se trata de una muestra en recuerdo y como homenaje al
recién fallecido Eloy Vázquez Cuevas (1933-2013), prestigioso dibujante,
ilustrador y diseñador gráfico tan ligado a Mansilla de las Mulas.
En la muestra participan alrededor de una treintena de
amigos y compañeros, artistas coetáneos de Eloy como Ramón Villa, Manolo Jular,
“Toño”, Andrés Villoria, Escarpizo, Toño Benavides, Tino Gatagán, etcétera
La muestra se podrá visitar en el Centro Leonés de Arte (Palacete
de la calle Independencia nº 18) hasta el 29 de abril; de martes a viernes en
horario de 18 a
21 horas, sábados de 11 a
14 horas y de 18 a
21 horas, domingos y festivos de 11
a 14 horas; los lunes cerrado.
Dies irae
Puede ser
que empeore.
Ahora, llueve.
Ahora, llueve.
Parece vuestro
Dios
muy indignado,
endiabladamente
furioso con los suyos
(¿diré “contra”, mejor?)
Tal Dios tonante
derrama vientos,
agua
maldita, tempestad.
Encima de
su propia imagen de escayola
vierte mares;
piedras
y relámpagos
por sobre sus devotos
negros como
el cielo,
de ceniza turbios,
ruidosos,
travestidos.
Llueve. Llora
Él. Se ve que no le gusta el rito,
la pamplina;
que no le acaba de convencer
la
hipocresía.
Anda vuestro
Dios que echa chispas
estos dies irae y yo
-que no le
reconozco- perfectamente
le
comprendo. Llora y llueve.
Ana Nieto
domingo, 24 de marzo de 2013
Tinieblas
Por cuarto año consecutivo se han unido las cinco cofradías de Mansilla y el resto de actores de la Semana Santa (coro, banda, párroco, ayuntamiento, cronista, grupo de teatro local, vecinos…) bajo los auspicios del Museo Etnográfico, para recuperar el antiguo Oficio de tinieblas, una manifestación religiosa y litúrgica pero que aquí se quiere revitalizar desde el punto de vista cultural y popular. El rito consiste, esquematizando, en el canto de los salmos del miserere, el apagado progresivo de los cirios pascuales del tenebrario, el apagado final de luces y el estruendoso repique de matracas y carracas, en oscuridad total.
Mientras dentro del Museo se trataba de las tinieblas, afuera un arco iris glorioso ponía un contrapunto menos grave, más colorista, hablándonos tal vez de la primavera.
viernes, 22 de marzo de 2013
El Domingo Tortillero
Con tantas celebraciones de
corte moderno, que son buenas y saludables, se nos pasan de largo, a veces,
otras motivaciones antiguas con solera ancestral y cuasi litúrgicas. Es el caso
del domingo último 17 de marzo, que más pendientes del concierto y del rito de
Tinieblas, todo brillante y emotivo, casi nos olvidamos del añorado y siempre
festejado Domingo Tortillero.
El domingo de Lázaro o
Tortillero, se comía la merienda en familia o entre amigos y los niños corrían y se divertían a su manera.
En Mansilla el lugar ideal para compartir las viandas solía ser el plantío
Fuente de los Prados, entre las frondosas choperas, el remanso del río Esla, y
el agua limpia de la fuente.
Es posible que esta sana y
grata tradición, que espero y deseo que
alguien todavía practique, vinculada al domingo de Pasión, se deba a la
proximidad de la primavera y a pasar una grata velada campera en torno a un
sencillo refrigerio.
miércoles, 20 de marzo de 2013
domingo, 17 de marzo de 2013
100 años de Julián Fernández, vecino de Mansilla
Estos días anda Julián un poco ajetreado con lo de su centenario, un siglo de vida lleno de trabajo y honradez, de penurias agarrado a los postes de la luz y los cables, y también de alegrías con su querida y larga familia. Julián Fernández Díez nació en Caldas de Luna el 29 de marzo de 1.913, y ahora el Ayuntamiento, la familia y los vecinos de Mansilla le hacen un merecido homenaje. Hoy domingo 17 de marzo, antes del Concierto de Cuaresma de la Banda de música en la Casa de Cultura y arropado por todo el pueblo, recibió una placa conmemorativa por su inminente cien cumpleaños.
Fue en plena contienda bélica, en 1.938 cuando a Julián le trasladan para Mansilla. Electricista de profesión de la empresa ELSA, Eléctricas Leonesas, que más tarde se fusionó con Unión Fenosa, donde Julián se jubiló. Toda una vida con los trepadores a cuestas y la maleta de la herramienta por esos pueblos de dios del sur de León, haciendo las instalaciones de alumbrado público, su mantenimiento… recuerda cómo al principio las buenas gentes de los pueblos eran reacias a dejar los candiles y velas para alumbrarse con luz eléctrica. El anecdotario de su vida daría para un libro completo.
Consuelo y Julián tuvieron cinco hijos; tienen diez nietos y cinco biznietos. Sigue la saga de electricistas en la familia, pues cuatro de sus nietos lo son: Roberto, Evaristo, César y Héctor. Julián y su familia regentaron también unos cuantos negocios en esta villa del Esla. Tuvieron tienda de electrodomésticos y reparación de los mismos, el bar de la fuente de los Prados, el primer bar de la gasolinera. Isabelita, una de sus hijas, también tuvo tienda de comestibles. En fin, toda una vida de lucha y trabajo, de honestidad y honradez. La longevidad de la familia de Julián está más que demostrada; su hermano Antonio que vivió en León, falleció con 102 años. Larga vida para Julián y su familia y muchas felicidades por llegar a un siglo así de imprescindible para la familia, los amigos y la vida.
(Foto de Toño García Ceballos) |
¡¡ FELICIDADES, JULIÁN !!
Toño Morala
Frío...
Frío,
ese frío en tus labios
al dar un beso cálido
en la piel muerta
de aquel que nunca se dio la vuelta.
Calor,
calor al recordar
qué tipo de sangre recorría sus venas
y darte cuenta de que alguna vez
sí giró la cabeza:
a otro lado,
a ese lado en el que solo Dios sabe
si actuaba de forma correcta
o convertía la vida cotidiana
en una tragicomedia.
ese frío en tus labios
al dar un beso cálido
en la piel muerta
de aquel que nunca se dio la vuelta.
Calor,
calor al recordar
qué tipo de sangre recorría sus venas
y darte cuenta de que alguna vez
sí giró la cabeza:
a otro lado,
a ese lado en el que solo Dios sabe
si actuaba de forma correcta
o convertía la vida cotidiana
en una tragicomedia.
Añedul
jueves, 14 de marzo de 2013
El Eco Mansillés
Jesús Fernández Salvador nos recupera algún ejemplar del
boletín periódico editado en Mansilla de las Mulas allá por los años 80,
llamado El Eco Mansillés, que se auto-declaraba “órgano de opinión de la
juventud local”. Ahora, con el paso del tiempo, quizá nos parezca una iniciativa nostálgica
y pelín ingenua, pero lo importante es que nos sirve para constatar que algo se movía entonces, alguien
levantaba la voz, algunos opinaban, reclamaban, participaban… Algo estaba vivo
en aquel momento. Hoy no. La apatía de esta época no resiste la comparación con
el dinamismo de aquella. Tristemente.
(PINCHAR
SOBRE EL DOCUMENTO PARA VERLO EN GRANDE)
lunes, 11 de marzo de 2013
Existe el gris
Nada es todo blanco ni todo negro. Nadie es tan bueno como dicen sus amigos ni tan malo como aseguran sus adversarios. Chavez no fue, sin duda, el paladín de la justicia al que idolatraban fanáticamente sus acólitos ni tampoco tan dañino como le etiquetaron los EEUU.
Puede que a su imagen no le ayudasen mucho su carácter pasional ni sus modales (aunque hay que reconocer que aquello de sacar de quicio a Su majestad “el de la frágil cadera”, tuvo su gracia), sin embargo con su revolución progresista intentó que Venezuela –un país rico por sus recursos- fuese más democrática. Sus riquezas estaban acaparadas por las élites del país y él trató de redistribuirlas, puso firmes a las multinacionales que las explotaban en su beneficio, emprendió mejoras en temas de vivienda, salud, jubilación, infraestructuras, analfabetismo… En fin, una serie de medidas y reformas que –por encima de los resultados, mejores o peores- sólo podían provocar el odio de las clases dominantes de su país, y de los insaciables países perjudicados por sus políticas. Eso explica las brutales campañas de difamación y la rumorología sobre el mandatario.
Sin embargo, también son mentiras las verdades incompletas. Conviene mirar más allá, no fiarse de periódicos ideológicamente dogmáticos (ABC, La Razón ) o con poderosos intereses económicos (El País). Este último, por ejemplo, perdió su objetividad porque respiraba por la herida de su editorial Santillana, a la que se le acabaron sus privilegios allí. Y acabó tan obsesionado con el mandatario que lo mató antes de tiempo e hizo un espantoso ridículo. De acuerdo: nadie es perfecto, el comandante tampoco lo era, pero que no nos llegue sólo una idea deformada por manipulaciones e intoxicaciones de sectores interesados o de círculos hostiles. Los cronistas fiables saben lo que ha ocurrido de verdad en Venezuela. La perspectiva del tiempo hará justicia. Un filósofo griego lo expresaba así: “la verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad”.
Javier Cuesta
miércoles, 6 de marzo de 2013
Feria de San Martín en Mansilla
Por azares
de la vida, un día me encontré un Libro de Acuerdos del Ayuntamiento de
Mansilla. En él pude encontrar por medio de los encargados de aposentar los
productos a la Feria
de San Martín, en el año 1542.
Dice así:
“En la
villa de Mansilla a treinta días del mes de octubre del año 1542 se juntaron en
el ayuntamiento por son de campaña tañida los señores de justicia y regidores,
según tienen de costumbre para entender las cosas tocantes al bien común de
este regimiento y acordaron poner fieles para que provean poner los productos
que vinieran a dicha villa en el día de San Martín y para aposentador de paños
nombraron a Francisco Celada, para calceteros nombraron a Bartolomé Alonso,
para aposentar los merceros, joyeros, plateros, espaderos, asteros, zapateros,
caldereros, alfareros, tintoreros, sombrereros y libreros a Becerril y a
Salcedo su vecino, a Pedro Caminero y a Pedro Alonso y para aposentar la cera,
a Francisco Barbero, sus mercedes mandan que cumplan con los dichos oficios so
pena de mil maravedís al que lo contrario hiciere.”
Con estos
datos, podemos calcular parte de los productos que venían a la Feria , otros documentos nos
informan de castañas, nueces, avellanas, pescados en conserva que se
aposentaban en frente de la ferretería Pacios y Librería Nicolás. Además de
pícaros que jugaban a la sota de bastos, siempre había un primo que picaba. De
las mulas, vacas y cerdos no nos hablan, pues al ponerse fuera de las eras, no
consideraban poner aposentador. También venían sacamuelas, que no paraban de
dar voces, pregonando lo bien que hacían su oficio, de ahí viene el dicho
“hablas más que un sacamuelas”, aunque los barberos desempeñaban el oficio de
sacar muelas y poner sanguijuelas, para hacer sangrías, hemos visto un diploma
que se le da a un barbero para que pueda hacer de cirujano y barbero.
Jesús
Fernández Salvador
Foto: Toño García Ceballos (como siempre) |
Jesús Fernández Salvador ha rescatado, de un Libro de Acuerdos, este escrito del año 1542 sobre la Feria de San Martín de Mansilla de las Mulas que, al hablar de la elección de los aposentadores (las personas encargadas de situar los puestos y cobrar las tasas) nos muestra la tipología de aquellos puestos y nos permite conocer las mercaderías que llegaban entonces a la feria. Ahí radica la importancia del texto y su interés. (PINCHAR ENCIMA DEL TEXTO PARA VERLO MÁS GRANDE)
domingo, 3 de marzo de 2013
Filósofos
Sabiduría popular, a pie de calle.
En la época de la globalización, alguno tiene muy claro aquello de “¿quién es mi hermano?, mi vecino más cercano”. Y proclama, en una pared pero alto y claro: mira a tu alrededor, atiende a lo que está cerca, mima al que tienes al lado, compra a la mujer de la tienducha de la esquina que luego ella ya te comprará algo a ti.
Tanta aldea global para llegar al punto de partida, a lo mismo de siempre, a lo importante, al barrio, a lo próximo, al vecindario, a lo que tal vez aun puedes salvar porque tal vez aun está en tus manos salvarlo. En telegrama, el graffitero viene a decir algo así como: quizá haya un núcleo mínimo, personal e irreductible, que todavía manejas tú; lo que se escapa a tu pequeño control está ya bien jodido; déjalo.
Larga vida –otra vez- a los sabios anónimos, a los poetas de los muros, a los filósofos urbanos.
Javier Cuesta
viernes, 1 de marzo de 2013
Nenikékamen
La batalla de Maratón tuvo lugar durante la primera guerra médica, entre el imperio persa y los pueblos griegos, en el año 490 a .C. Cuenta la leyenda que el soldado Filípides fue enviado a Atenas para anunciar la victoria sobre las tropas de Darío y evitar así el suicidio de las mujeres atenienses, que habían prometido sacrificar a sus hijos y matarse ellas después, para no caer en manos de los persas, si antes de la caída del sol no sabían nada de la batalla. El guerrero recorrió, con su pesada armadura de hoplita, los 42 kilómetros desde el campo de batalla en la ciudad de Maratón hasta Atenas. Comunicó el triunfo diciendo: “Νενικήκαμεν” (“nenikékamen”, “hemos vencido”), y al instante cayó desfallecido.
En honor a este mito se creó una competición con el nombre de “maratón” (prueba atlética de resistencia que consiste en correr una distancia de 42.195 metros ), que fue incluida en los juegos de 1896 de Atenas inaugurados por el Barón Pierre de Coubertin.
Ana Nieto
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