Si había alguien que asistía siempre a cualquier acto cultural programado en la villa, que levantaba la mano y preguntaba e intervenía, ese era Jesús Fernández Salvador. Si había alguien capaz de proporcionarte un lagajo de otro siglo, una foto antigua de la villa, un facsimil raro o cualquier documento inencontrable; si había alguien tan osado de llevarse bajo el brazo -para mirarlo con tiempo en casa- el enorme libro del “Archivo de Indias” de la biblioteca, ese era Jesús, el carnicero de Mansilla de las Mulas, así popularmente conocido por su oficio. Fue un entusiasta casi compulsivo de la Historia, del saber, del coleccionismo, de las tradiciones y del mundo de la cultura en general, y ese mundillo le debe un tributo merecido que Félix Llorente y Toño Morala le rinden a continuación en forma de afectuosa semblanza y Toño García en forma de recuerdo fotográfico.
Jesús Fernández In Memoriam
En la mañana del día 1 de Mayo, Fiesta del Trabajo, fallecía en León donde se encontraba hospitalizado Jesús Fernández Salvador, mansillés de pro y reconocido como una de las personas que más se ha preocupado de la historia, las tradiciones y las costumbres de Mansilla.
Sin abandonar su profesión familiar de carnicero, se sirve desde muy joven de sus recorridos por pueblos y plazas feriales para reunir una importante colección de monedas, y llegar a ser un referente provincial en numismática. Jesús, que era de inquietudes amplias se adentra después en la adquisición de legajos, ordenanzas, documentos antiguos y coplas del cordel; y así va formado un archivo que se transforma con el tiempo en un fondo documental que han visitado historiadores, investigadores, cronistas y escritores, que encontraron siempre sus casa abierta y hospitalaria, y a él encantado de poder ser útil y transmitir conocimientos y curiosidades.
Socio fundador de la Asociación del Camino de Santiago, miembro de la Cofradía de Santa Eugenia, colaborador del Museo Etnográfico provincial y entusiasta del mantenimiento de las Jornadas Medievales, era buen tertuliano y mejor persona. Autoridad en numismática, heráldica y ordenanzas concejiles y recopilador de fotografías antiguas, que dieron base a los famosos calendarios mansilleses que se vienen repitiendo cada año.
Una pérdida irreparable que los amigos siempre recordaremos y tendremos presente.
Descanse en Paz.
Félix Llorente
In Memoriam Jesús Fernández Salvador,“El carnicero ilustrado”
Uno a lo largo del paso del tiempo va conociendo a personas, se convierten en amigos por esa magia de la amistad sin pedir nada a cambio. Hace todavía unos días, Jesús me llamó para que le acompañara a unas jornadas culturales en un pueblo cercano, y por cuestiones personales no pude acompañarle… me hubiera encantado ir con Jesús; charlar con él, escuchar sus palabras siempre pausadas y sabias; poner atención a su gran memoria y a esa sonrisa pícara y entusiasta que repartía a sabiendas que lo que decía iba a misa. Jesús se nos marchó sin terminar un montón de proyectos que tenía en mente; desde seguir archivando su gran biblioteca, así como seguir mirando archivo por aquí, archivo por allá, en busca de documentos que ilustrasen su cultura y ponerla en bandeja a los curiosos de la historia y de la vida. En realidad, a Jesús, le importaba mucho la historia, porque ella era su cómplice en miles de anécdotas, y sobre todo anécdotas de paisanos y paisanas de la Comarca. Hombre de mundo, sabía perfectamente contar las cosas desde ese punto de vista medieval, esas batallas de sobrevivencia en tiempos de hambre y necesidades. Esa era la historia interminable que le gustaba, y puesto manos a la obra, tan pronto te documentaba una legión de privilegios clericales y para ricos, como documentaba la venta de carne en La Cabrera, a principios del siglo XX, donde los carniceros iban cortando la carne según venían los clientes, así… sin más pretensión que la de informar y formar al contertulio. También hay que reconocer públicamente su filantropía, cedió a varios museos un montón de piezas. Podríamos seguir contando cosas de Jesús. Hace como un mes me dio el panfleto del partido Republicano Radical de cuando la República en defensa de las mujeres.
Cuando iba a comprar ganado en aquellos años, y se perdía hablando y hablando con los ganaderos y tratantes, y llegaba con el ganado del ramal a Mansilla de noche ante la preocupación de su madre. O cuando comentaba lo que le gustaban las patatas con oveja, y que ahora no se comía ni una sola oveja. En el entremientras, me iba cediendo documentos de todo tipo, originales y copias para que siguiera hurgando en la historia de la vida y poder contarla. Nos veíamos en el Museo Etnográfico, y siempre se quejaba de la poca asistencia de gente a los importantes actos culturales que se desarrollan en el mismo. Su impronta queda, así como en nuestro recuerdo y memoria. Reciba Pepita, su mujer, y sus hijas y familia un gran y fuerte abrazo.
Toño Morala